Centro de Evaluacion de Riesgo Geológico de la Delegación Iztapalapa, Ciudad de México

Raúl Gutiérrez Calderon, Dora Carreón Freyre, Mariano Cerca, Daniel Blancas, Gabriela Morales, Alejandra Jiminez, Marcos Gonzalez, Francisco Espinoza

Dans les comptes rendus d’articles de la conférence: GEO2011: 64th Canadian Geotechnical Conference, 14th Pan-American Conference on Soil Mechanics and Geotechnical Engineering, 5th Pan-American Conference on Teaching and Learning of Geotechnical Engineering

Session: Climate Change & GeoHazards

ABSTRACT: We present results of the work of the Center of Evaluation of Geological Risk (CERG) belonging to the Delegacion Iztapalapa (DI), Mexico City. The DI urban infrastructure is highly affected by fracturing and land subsidence and the municipality is probably one of the places with the highest social related vulnerability to fracturing. The CERG has established a multidisciplinary approach to understand the fracture related mechanisms, including: (1) Mapping and geophysical prospecting, (2) Database management strategy and, (3) Facilities including a laboratory for physical and mechanical characterization of soils, and an interactive hall for outreach and educational purposes. The results show that localization of fracturing and deformation are highly dependent on local geomechanical conditions of the subsoil and geological discontinuities. Physical vulnerability of the DI area to geological hazards is evaluated through the spatial analysis of the generated information based on thematic maps. The Atlas of Risks includes the geological risk assessment for urban infrastructure and allow a better planning of mitigation strategies and urban development in the DI.

RESUMEN: Se presentan resultados del trabajo del Centro de Evaluación del Riesgo Geológico (CERG) de la Delegación Iztapalapa (DI) en la ciudad de Mexico. La infraestructura urbana se encuentra afectada por la subsidencia y el fracturamiento y la DI presenta una alta vulnerabilidad social al fracturamiento. El CERG trabaja de manera multidisciplinaria para entender los mecanismos relacionados con el fracturamiento, la metodología incluye: (1) cartografía y prospección geofísica, (2) una bade de datos digital y (3) un edificio que incluye un laboratorio para la caracterización física y mecánica de los suelos y una sala interactiva con el propósito de educar a la comunidad en esta problemática. Los resultados obtenidos muestran que la localización del fracturamiento y deformación dependen de las condiciones geomecánicas locales del subsuelo y de las discontinuidades geológicas. La vulnerabilidad física a los peligros geológicos de la DI se evalúa a partir del análisis de la información generada en mapas temáticos. El Atlas de Riesgos incluye la evaluación de los riesgos geológicos para la infraestructura urbana y permite una mejor planeación de las estrategias de mitigación y el desarrollo urbano de la DI. 1 INTRODUCCION El territorio de la delegación Iztapalapa, en la Ciudad de México, se encuentra afectado por los fenómenos de la subsidencia y el fracturamiento. Los daños a la infraestructura urbana son de grandes dimensiones y se destina un alto porcentaje de recursos económicos en reparaciones, principalmente de la red hidráulica. Existen más de 14,000 viviendas con distintos grados de afectación, lo que eleva la vulnerabilidad de la comunidad ante los riesgos geológicos. Con el fin de realizar estudios que aporten elementos para el diseño de políticas públicas enfocadas a la mitigación del riesgo por fracturamiento, en el año de 2007 inició un proyecto de colaboración entre el Centro de Geociencias de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Delegación Iztapalapa. Como resultado de esta colaboración entre el gobierno y la institución académica, surgió el Centro de Evaluación de Riesgos Geológicos de Iztapalapa, que funciona con una metodología diseñada para atender los problemas de la delegación en materia de riesgo geológico. 1 ANTECEDENTES La Ciudad de México y su zona metropolitana se asientan sobre la planicie que ocuparon los antiguos lagos de Texcoco, México, Chalco y Xochimilco (Vázquez-Sánchez y Jaimes-Palomera, 1989). Este sistema lacustre fue desecado artificialmente para dar paso al proceso de urbanización que inició al final del siglo XV, mediante la construcción de obras hidráulicas que fueron hechas por los Aztecas para regular los niveles de los lagos. Posteriormente, en la época colonial (Figura 1), se realizaron obras de drenaje que redujeron el tamaño de los cuerpos de agua, con el objeto de ganar tierra que sería utilizada para la ganadería, y cultivo. El siglo XIX se caracterizó por la expansión de la ciudad de México, que

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